Retratos a la Indiferencia es una metáfora a cuestiones sociales de antaño y que por desgracia aun se ven en hoy día en donde la mujer era víctima de la indiferencia, engaño y maltrato por parte de su marido, hecho que era pasado por alto debido a la posición económica y social que se representaba en esa época. Infinidad de retratos se tienen del siglo XVII y XVIII, donde nos muestran mujeres en una pose de tranquilidad, y demostrando cierto rango y posición, pero que por muy detrás de la expresión en la pintura, eran mujeres maltratadas y humilladas por un régimen machista y monárquico. Hoy en día, ya no hay muchos retratos así, pero la situación no ha cambiado, las mujeres aceptan cierto trato por parte de los hombres, con tal de mantener ciertos bienes, cierta posición o por el “bienestar familiar”. Mantienen una imagen delante de la sociedad, y las mujeres mismas son cómplices por callar. Son indiferentes a una situación, por miedo a perder cierta seguridad que solo se alberga en su interior y que a la vez las daña física y psicológicamente.
Cada una de las Féminas de mi obra representa la indiferencia ante la víctima, no oigo, no hablo, no veo, representa tanto a las mujeres que rodean a una víctima de maltrato; como también a la víctima al no querer ver la realidad. Sus peinados tienen dinero, joyas, propiedades, que representan el hecho del silencio al querer mantener ciertos bienes materiales.
Y la chica maltrata en el retrato, contrasta con los demás cuadros al ser en si una obra maltratada, con espinas de rosal, golpeada y con manchas, que las de los otros cuadros no quieren ver.
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